“Servir a la Virgen es un acto de Fe”
En el año de 1558 entre los meses de junio a noviembre, estuvo asentada (aunque por poco tiempo) la recién fundada ciudad de Mérida, en un sitio donde en la actualidad habitan los pobladores de La Parroquia o conocida también ésta población vecina de Mérida como La Punta, por cuanto se ubica en el extremo sur de la meseta de Tatuy.
Un pintoresco pueblo que aún conserva sus tradicionales características de tranquilidad y paz, a pesar de su cercanía con la capital del estado, en cuyo centro podemos encontrar la Plaza Bolívar; una simpática plaza con césped, caminerías y frondosos árboles, ofreciendo un escenario apropiado para su antigua iglesia llamada Santiago de la Punta.

Enmarcadas en días de celebraciones, con repiques de campanas, novenarios, vendimias, música campesina y mucha pólvora, tienen lugar las fiestas patronales de La Parroquia en cuya fecha central, el día de la Virgen de la Candelaria, se realiza una de las expresiones socioculturales más tradicionales e importantes de Mérida…
Vasallos de la Candelaria
“Servir a la virgen es un acto de fe”
Este material refleja el profundo sentimiento de fe de los Vasallos de la Candelaria de acuerdo a sus vivencias.
Cada 2 de febrero, una ferviente feligresía venera a la Virgen de la Candelaria, expresión religiosa que se manifiesta en el estado Mérida, específicamente en el sector de La Parroquia, municipio Libertador, vinculando tan emotiva celebración con el Turismo Religioso.
¡Oh Virgen de la Candelaria!
madre de mi corazón
aquí me tienes bailando
y cumpliendo mi devoción.
¡Oh Virgen de la Candelaria!
madre de los negritos
aquí tienes a este vasallo
bailándote bien bonito.

Así, con coplas como estas, frente a la iglesia de La Parroquia, Santiago de la Punta en la ciudad de Mérida, la cofradía de los Vasallos de la Candelaria, vestidos con trajes de mucho colorido y al compás del cuatro, violín, tiple y tambora, dan inicio a la tradicional danza en honor a la virgen, agradeciendo de esta manera los favores recibidos tanto en la salud, el trabajo, la familia, así como por el éxito obtenido en las faenas agrícolas.
EL ORIGEN
La Virgen de la Candelaria tuvo su aparición hace más de 100 años en el sector Zumba, lugar donde la feligresía inicia el recorrido con el tradicional baile, llevando la imagen de la virgen en procesión, hasta llegar a la iglesia de La Parroquia, para luego retornarla a su capilla al siguiente día.

La festividad tiene su origen un 2 de febrero del año 1392 en Tenerife – España, lugar donde según la tradición, se les apareció la Virgen a dos aborígenes “guanches” cuando pastoreaban su ganado.
El fervor religioso, trasladó esta devoción a varios países de América del Sur, al punto que son muy famosas las celebraciones que se dan en Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia, Perú, Chile y por supuesto… En Venezuela.
En el estado Mérida, existen dos versiones que hacen mención a la aparición de la Virgen en una tablita, protagonizadas por una pareja de viejitos que vivían en una casa rodeada de cañaverales, situada en el sector Zumba Norte, hace unos 140 años. Una versión cuenta, que fue la viejita, quien encontró la tablita mientras barría el patio de su casa. La otra versión sostiene, que apareció en su neceser, donde tenía sus implementos para tejer.
El hecho es que la señora llevó la tablita, con la imagen de la Virgen a su casa para guardarla, pero al día siguiente, la volvió a encontrar en el mismo lugar donde la halló, y así fue, en varias ocasiones, hasta que decidió llevarla al cura de la parroquia, quien la guardó sin darle la debida importancia. Pero la tablita volvió a aparecer en el lugar de origen y fue cuando el cura, impresionado por lo sucedido, mandó a construir una capilla en honor a la Virgen, en el sitio de su aparición.
La cofradía de los Vasallos de la Candelaria de La Parroquia, tiene entre 100 y 140 años de historia, y en ella participan todos aquellos devotos, promeseros o servidores, que, por un hecho muy personal, como un milagro o necesidad, adquirieron un contrato de fe, llamado promesa, que es un acto de compromiso y devoción con la Virgen.
El baile, emerge del sentir religioso de cada promesero, y es dado en devoción, como medio expresivo del pueblo, para así pedir favores a la Virgen, o cumplir las promesas ofrecidas. A la hora de participar en la danza, los Vasallos de la Candelaria tienen una manera de vestir muy particular. Sus trajes, llenos de gran colorido, adornos, telas y sombreros, son confeccionados por ellos mismos.
Cada Vasallo escoge los colores, adornos y telas con los que crearán su vestimenta, respetando el modelo único que existe, siempre conservando vestigios de la España medieval, sobre todo, en el estilo de las capas y sombreros muy adornados, además de la casaca y pantalón corto, alpargatas, palo y maraca.

Las actividades en torno a la celebración de las fiestas en honor a la Virgen de la Candelaria, se inician unos 15 días antes de la fecha pautada, con el peregrinar de la imagen por las comunidades del sector La Parroquia, y el agrupamiento de los Vasallos para los respectivos ensayos, que se llevan a cabo en horas de la noche.
El día dos de febrero, a las 6 de la mañana, con el repicar de las campanas, que viene a ser el llamado a la santa misa, se da inicio a las actividades religiosas. Seguidamente, la imagen de la Virgen es llevada en procesión por las principales calles de La Parroquia y sus alrededores, acompañada por sus Vasallos y feligreses.
En horas de la tarde se realiza la tradicional danza, la cual escenifica los distintos pasos que se dan en la faena del campo para la siembra. Ésta comienza con el saludo por medio de coplas o versos improvisados, presentándose a la Virgen los nuevos Vasallos y dándole los agradecimientos respectivos.

Al día siguiente, en horas de la mañana, continúa la fiesta con el traslado de la Virgen en procesión, desde el templo parroquial, hasta el lugar de su aparición. Allí se realiza la misa en su honor y nuevamente se presentan los Vasallos de la Candelaria, con sus danzas tradicionales. Al culminar, la Virgen es llevada de regreso al templo parroquial, donde reposará hasta el próximo año.
Pero la tradicional fiesta aún no culmina, continúa en la Plaza Bolívar de La Parroquia, cerrando la jornada en la tarde con el “encierro del gallo”, que más que un baile, es un ritual muy curioso, donde los Vasallos danzan en círculo, en cuyo centro hay un cajón o canasta con un gallo adentro, que es defendido por un Vasallo con los ojos vendados y portando un látigo para castigar a los danzantes que se le acerquen.

LA CONNOTACIÓN
El tradicional baile que se ofrece a la Virgen de la Candelaria, tiene varias connotaciones: en lo religioso, la estrecha relación de fe y profundo sentimiento que se da, entre los devotos con la Virgen.
En el aspecto étnico social, la celebración presenta rasgos de contenido histórico de diversos orígenes y características propias. Estos son: el español, el africano y el autóctono de la región andina.

Y en el aspecto cultural, el reconocimiento de los Vasallos de la Candelaria como patrimonio cultural del Estado, por parte del Consejo Legislativo del estado Mérida, por constituir una expresión del sentir popular, permitiendo un reencuentro con las raíces y las tradiciones de los pueblos andinos, constituyendo un espacio reflexivo y clarificante, en cuanto al desafío asumido por cada uno de sus habitantes.
Por ello y más, te invitamos muy cordialmente a disfrutar y conocer las maravillas de este hermoso pueblo andino… para CONOCER y QUERER la parroquia.